Industria forestal chilena prevé desde 2018 una merma de insumos de madera por incendios forestales

Los  esfuerzos del sector se centran hoy en equilibrar los valores de venta de madera entre el mercado interno y externo, además de sumar esfuerzos combinados con la autoridad pública y privada para prevenir nuevos siniestros.

Por: www.lignum.cl
Los bosques de pino fueron los más afectados durante el fatal periodo de incendios en Chile, ocurrido el verano pasado, y que afectó a las regiones del centro-sur del país. Nada menos que 220 mil hectáreas de plantaciones forestales fueron destruidas.

Lo anterior tuvo como consecuencia directa la escasez de insumos madereros, una nueva preocupación para este sector que, además, realiza por estos días acciones para evitar nuevos incendios, sobre todo cuando en gran parte del país sudamericano ya comienza a notarse el alza de la temperatura.

A contar del 2018 se vaticina una baja de los productos madereros en lo que se refiere al uso doméstico y al rubro exportador, déficit centrado especialmente en la región del Maule.

Fernando Raga, presidente de la Corporación Chilena de la Madera (Corma), comentó que en los incendios pasados se quemó el 15% de las plantaciones de pino en Chile, aunque en el caso del Maule, puede que el impactó sea de 30%. “Con ello, el suministro de materia prima para los aserraderos se verá complicado y desde el segundo semestre de 2018 será notorio”, lamentó Raga.

En cuanto a la posible caída en las exportaciones, Raga vaticina un ajuste de precios, que se acerquen más los valores de exportación con los del mercado interno, con el fin de provocar que sea igualmente rentable para un exportador lanzar la madera al mercado interno.

El gerente de Asuntos Corporativos y Comerciales de Arauco, Charles Kimber, enfatizó aún más la escasez en la zona del Maule y pronosticó que la pérdida se podría extender por diez años. “En el caso de Celulosa Arauco, se perdieron US$ 240 millones en los incendios, pero también se afectó el flujo de madera hacia adelante. No habrá la madera disponible que se pensaba procesar, aunque no se afectará a las plantas de celulosa”, advirtió.


La gran amenaza: los incendios

La catástrofe incendiaria no sólo mermo el ecosistema de flora y fauna de la zona central, sino también dejó más de 7 mil damnificados. Por eso ahora la preocupación de las autoridades públicas y privadas es la prevención, y hoy intentan implementar diferentes planes de acción para evitar siniestros de gran magnitud.

Desde la Corporación Nacional Forestal (Conaf) comentan que para estos meses críticos de temporada estival se ha reforzado la prevención de carácter social, ya que el 99,9% de los incendios son generados por acciones antrópicas, de carácter negligente, accidentales o de forma intencional. Es por ello que se han fortalecidos tres aspectos importantes: la campaña comunicacional, el fortalecimiento de la educación ambiental formal (a través de las capacitaciones) y el fortalecimiento de educación informal, con charlas e interacción con la población.

Por otro lado, desde el mundo privado, Fernando Raga comentó que las firmas forestales hicieron una honda revisión del desastre y están reforzando sus equipos de prevención y combate, incrementando en un 60% la inversión este año para enfrentar eventuales situaciones, un monto que llega a los US$ 80 millones.

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