El segundo tiempo que enfrentará la reforma laboral en el Senado
Mucho antes de que se concretara el hito, los involucrados en la reforma laboral tenían claro que este miércoles la sala de la Cámara de Diputados visaría el escenario fraguado hace ya más de un mes. ¿La razón? La redacción del proyecto se mantuvo intacta desde que salió de la Comisión de Trabajo, durante la primera semana de junio. Desde ese entonces, las fichas estaban puestas en el Senado.
El ingreso del proyecto a la Cámara Alta se concretará la primera semana de julio, pero su análisis en la Comisión de Trabajo partirá recién el lunes 6 de ese mes. Con esa fecha clara, tanto empresarios como trabajadores activaron sus contactos en la instancia legislativa y están en plena fase de implementación de la ofensiva que desplegarán en este segundo tiempo del proyecto.
De hecho, el miércoles en la mañana -en medio del debate de la reforma en la sala de la Cámara- la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, sostuvo una reunión privada con el presidente de la Cámara Alta, Patricio Walker (DC). Si bien fuentes de la multisindical afirman que el objetivo fue buscar apoyo para introducir nuevos ajustes ese día, en la ocasión también habrían abordado los alcances que tendrá el debate en el Senado.
Así, la jornada inaugural de la reforma en la Comisión de Trabajo ya tiene invitados agendados. La iniciativa será presentada ante los legisladores por los ministros de Hacienda, Rodrigo Valdés, y del Trabajo, Ximena Rincón. El mismo día, asistirán la CUT y las seis ramas de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC). Una semana después -ya que hasta el momento la discusión del proyecto está programada sólo para los lunes-, será el turno de abogados laboralistas.
Si bien el objetivo del gobierno es que la reforma salga del Congreso antes del 31 de agosto, en la comisión afirman que convocarán y escucharán a todos los actores que sea necesario, por lo que el debate se podría prolongar hasta septiembre.
Aires de acuerdo
Las conversaciones para el tratamiento de la iniciativa en el Senado comenzaron en Europa. La 104ª Conferencia Anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reunió en Ginebra al presidente de la UDI, Hernán Larraín, y la ministra Rincón. En ese contexto, habrían sondeado la posibilidad de mantener un diálogo en torno al proyecto, obteniendo señales positivas desde ambos lados.
En la oposición, representada en la Comisión de Trabajo por el senador Larraín y el RN Andrés Allamand, ya preparan la ofensiva. Según fuentes cercanas, ambos habrían decidido actuar conjuntamente, por lo que incluso estarían convocando a un equipo en común que los asesorará durante el debate. Si bien los temas que más inquietan a su sector son la titularidad sindical y el fin del reemplazo en huelga, también buscarán medidas para que la nueva normativa laboral amplíe su cobertura a grupos más vulnerables, como mujeres y jóvenes.
En paralelo, los empresarios ajustan los últimos detalles de la propuesta que en las próximas semanas harán llegar a la autoridad y al Congreso. En el documento, incluirán nuevos temas que, tras el análisis con un grupo de 15 expertos, habrían determinado se deben incluir en la reforma laboral, así como ajustes a los temas propuestos en la redacción en discusión. La CUT, pedirá acotar aún más la definición de servicios mínimos, sacar los pactos de adaptabilidad de la negociación colectiva e insistirá en indexar al IPC el reajuste del mínimo.
Pero no sólo la oposición miraría con buenos ojos la posibilidad de acuerdo. Tras el discurso del 21 de mayo, los senadores Ricardo Lagos Weber (PPD), Carlos Montes (PS) y Andrés Zaldívar (DC) deslizaron que sería positivo que la reforma laboral fuera despachada del Congreso con un acuerdo transversal, tal como ocurrió con la reforma tributaria.
Esta idea es compartida por el presidente del Senado, Patricio Walker, quien la semana pasada señaló que impulsará la articulación de un consenso. Eso sí, advirtió que “hay que ver si la redacción de la Cámara de Diputados cumple con dos elementos: crecimiento y equidad, para tener una reforma laboral que no afecte el crecimiento”.
Compromisos del gobierno
Varios temas quedaron pendientes del primer trámite legislativo. Uno de ellos tiene relación con los pactos de adaptabilidad. En la Comisión de Hacienda de la Cámara Baja, el ministro de Hacienda afirmó que buscará introducir una nueva gradualidad a los pactos de adaptabilidad, probablemente en un plazo de dos años. Esto, luego de que la Comisión de Trabajo rechazara el artículo transitorio que establecía el requisito de que para celebrar convenios de adaptabilidad, los sindicatos debían representar al 65% de los trabajadores de la empresa en el primer año en vigencia de la ley; 55% en el segundo; 40% el tercer año, y 30% en régimen. La nueva condición se fijaría entre 30% y 65% el primer año. Otro de los artículos que el Ejecutivo repondrá es el que establece la prohibición de ir a huelga en empresas estratégicas, luego de que este miércoles resultara rechazado en la sala de la Cámara Baja por falta de quórum.
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