Movimiento estudiantil dio su segunda señal de fuerza en las calles

Cerca de 50 mil personas en Santiago y otros miles en regiones participaron de la segunda marcha del movimiento estudiantil desde la llegada de Bachelet. La manifestación confirmó el creciente rechazo hacia la reforma educacional.


ElDesconcierto.cl
Una nueva jornada de protesta estudiantil se vivió en todo Chile esta mañana. Respondiendo al llamado de las diversas organizaciones que agrupan a secundarios y universitarios, una amplia multitud se volcó a las calles a manifestar sus diferencias con la reforma educacional planteada por la Nueva Mayoría.

Mientras en Santiago Centro y algunos colegios del sur del país ya se registran las primeras tomas, el descontento hacia la forma en que el gobierno ha tramitado los cambios a la educación no tiene satisfechos a los estudiantes. “Cuestionamos la forma en la que se ha implementado y construido”, ha señalado al respecto la presidenta de la FECh, Melissa Sepúlveda.

La convocatoria estuvo marcada por la temprana expectación ante la reunión del Comité de Ministros respecto a Hidroaysén. Dirigentes y manifestantes en general mostraban nerviosismo e interés por la decisión que fue conocida en el transcurso de la marcha y celebrada en paralelo.


Al inicio del recorrido, los dirigentes hicieron énfasis en seis puntos de convergencia alcanzados al interior del movimiento estudiantil. En lo concreto, éstos se vinculan a la exigencia de fortalecer la educación pública, la demanda por la creación de una red técnica estatal, democratización de las instituciones, mejoramiento de las condiciones laborales de los actores del proceso educativo y la condonación de las deudas dejadas por los créditos.

Apoyo sindical marcó movilización

En la previa de la convocatoria, algunos sindicatos de trabajadores del Transantiago anunciaron que marcharían junto a los estudiantes, aprovechando la instancia para manifestar la unión de sus demandas y la necesidad de mejores condiciones laborales.

El llamado, además, estuvo marcado por lo ocurrido hace una semana, cuando un dirigente sindical de los conductores decidió quemarse a lo bonzo en su empresa.

“Vamos a salir a las calles para que las autoridades nos escuchen, porque el Ministerio del Trabajo no ha realizado las fiscalizaciones para evitar despidos, injusticias y persecuciones entre los trabajadores del transporte público”, argumentó Luis Trejo, vocero de la coordinadora que agrupa a los trabajadores de cinco empresas del Transantiago.

En tanto, también estuvo presente el Colegio de Profesores, quienes señalaron que la reforma educacional tiene aspectos positivos y otros “perfectibles, que son vacíos, contradictorios”, en palabras de su presidente, Jaime Gajardo. Los docentes anunciaron paro nacional para el próximo 25 de junio.

La convergencia se demostró, una vez más, en las calles. Trabajadores, estudiantes, hinchas y más actores se sumaron a la movilización que marcó una cifra de más de 50 mil asistentes en Santiago y amplias manifestaciones en Temuco, Concepción, Antofagasta y Valparaíso, entre otras ciudades.

En tanto, al finalizar la marcha en la capital, se registraron algunos enfrentamientos entre carabineros y encapuchados en las cercanías de la Universidad de Santiago de Chile. En tanto, la Aces denunció la presencia de un infiltrado que persiguió a un grupo de estudiantes con un revólver en la mano (ver video al pie).

La manifestación cerró con el reporte de una nueva toma, que se sumaría a las ocupaciones del Instituto Nacional y del Internado Nacional Barros Arana: pasado de las 14 horas, un grupo de secundarios decidió tomarse el Liceo de Aplicación, ubicado cerca de la avenida Ricardo Cumming. Una nueva señal de que el movimiento estudiantil va tomando fuerza y organización ante una reforma que no ha logrado satisfacer.

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