La tecnología cambia la naturaleza del trabajo

Más tecnología es igual a más capacidades, mayores desafíos y mejores desempeños. Esto significa un avance positivo. 

Por: www.elmostrador.cl 
Por algo, las empresas están incorporando progresivamente los nuevos desarrollos tecnológicos para hacer más eficientes sus procesos y labores. Bajo esta mirada, llama la atención la postura de algunos que la han tildado como una “destructora de empleo” o la califican como una amenaza para los puestos de trabajo, señalando que la automatización y tecnologización de procesos reemplazará a muchas personas.

Más que un reemplazo, lo que viene es un cambio en la naturaleza del trabajo. Entonces, consensuemos que la incorporación de nuevas tecnologías no destruye puestos laborales, sino que más bien crea posiciones complementarias de desarrollo profesional en operaciones y mantenciones de equipos. Si a esto sumamos que hay labores que son “poco humanas”, la tecnología y las maquinarias son un gran aliado para realizarlas, evitando que las personas se sientan “máquinas autómatas”. De esta forma, vemos cómo se les genera a estas la posibilidad de acceder a otros cargos con roles más desafiantes.

No debemos ver la innovación y el desarrollo como un enemigo, sino que potenciar el uso de las nuevas tecnologías como una herramienta para extender las capacidades de nuestros trabajadores y de nuestro cerebro. Las empresas y las personas nos beneficiamos de la tecnología porque fomenta a gran escala la innovación y la creatividad de los trabajadores. También evita la rutina, el desarrollo de enfermedades por causa laboral, las lesiones y el margen de error en el quehacer diario.

En lo que todos sí podemos estar de acuerdo es que gracias a la tecnología en las empresas hay mayor eficiencia y rapidez, lo que trae consigo una mejor calidad de vida para los trabajadores. Por lo tanto, la estrategia debiera complementar los elementos que potencian un mejor trabajo y generar un “triángulo virtuoso” donde participen: personas con habilidades, una estructura que define qué hacer y una determinada tecnología a utilizar.

Diversas opiniones se han generado a raíz del proyecto de ley que aspira a rebajar la carga laboral de 45 a 40 horas semanales. Siendo Chile el quinto país de la OCDE que más tiempo dedica a la jornada laboral, con un promedio de 1.987 horas al año, cabe preguntarse ¿por qué no complementar esta iniciativa con el uso de tecnología que aliviane cargas innecesarias a los trabajadores?

Debemos tener en cuenta que el uso del “robot” expande las capacidades de las personas y el desarrollo humano. No debemos ver la tecnología como un “ladrón” de puestos de trabajo, sino como una herramienta que potencia la eficiencia, el buen desempeño y el trabajo de todos.

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